En un reciente desarrollo que podría afectar significativamente a la industria automotriz, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado la posibilidad de imponer un arancel del 100% a los vehículos de Stellantis si la empresa decide trasladar parte de su producción a México. Esta declaración se alinea con las políticas económicas proteccionistas que caracterizaron su administración, centradas en fortalecer el empleo y la manufactura dentro de Estados Unidos.
Stellantis, el gigante automotriz resultado de la fusión entre Fiat Chrysler Automobiles y el Grupo PSA, ha estado evaluando opciones para optimizar su cadena de producción y reducir costos. La industria automotriz mexicana ofrece mano de obra calificada a precios competitivos, lo que convierte al país en un destino atractivo para las empresas en busca de eficiencia y menores gastos operativos.
Las palabras de Trump, que todavía resuenan entre sus seguidores, reflejan un enfoque directo para intentar disuadir a las empresas estadounidenses de deslocalizar empleos fuera del país. Durante un evento reciente, el expresidente expresó sus preocupaciones al afirmar:
“Si Stellantis lleva la producción a México, aplicaremos un arancel del 100% sobre todos los vehículos que importen de vuelta a Estados Unidos. Debemos proteger empleos estadounidenses y fomentar la fabricación nacional”.
Esta postura podría tener amplias repercusiones en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México, sobre todo si Trump decide postularse nuevamente y, en caso de ser elegido, reinstaurar este tipo de medidas. En el pasado, las tensiones comerciales derivadas de decisiones unilaterales han impactado negativamente a ciertos sectores industriales y podrían influir en las inversiones futuras en la región.
Para México, la industria automotriz es fundamental, no solo como motor económico interno, sino también por su papel relevante en el comercio con Estados Unidos. Cualquier medida restrictiva por parte del vecino del norte podría tener consecuencias serias para la economía mexicana y seguramente será un tema de discusión en las próximas negociaciones comerciales entre ambos países.