Tensiones Comerciales entre México y EE.UU. Amenazan la Estabilidad Económica y la Calificación Crediticia Mexicana

La relación económica y comercial entre México y Estados Unidos es crucial para la estabilidad financiera de ambos países. Sin embargo, recientes tensiones podrían tener consecuencias negativas para la nota soberana de México, advirtieron analistas.

A medida que las políticas comerciales se vuelven más proteccionistas en Estados Unidos, existe la preocupación de que estas medidas puedan repercutir directamente en la economía mexicana. La inversión extranjera, principalmente proveniente del vecino del norte, es un componente fundamental que sostiene la calificación crediticia de México. Cualquier cambio abrupto en esta dinámica podría representar un riesgo significativo para la deuda soberana.

Expertos señalan que las revisiones en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podrían generar incertidumbre en el mercado. Esto podría traducirse en fluctuaciones en el valor del peso, así como en un impacto negativo en la percepción de los inversionistas internacionales sobre el clima de negocios en México.

“La relación entre México y Estados Unidos es una piedra angular para la salud económica del país. Cualquier deterioro en esta relación podría desencadenar una reacción en cadena que afecte negativamente a nuestra calificación crediticia,” comentó un analista financiero.

Aparte de las políticas comerciales, también existe la preocupación por las discusiones en torno a temas energéticos y migratorios entre ambos gobiernos. La relación bilateral enfrenta desafíos que, de no manejarse adecuadamente, podrían complicar aún más la situación económica de México.

Por otro lado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha sido enfática al asegurar que la economía mexicana está preparada para enfrentar estas tensiones. Han destacado iniciativas para diversificar sus lazos comerciales y aumentar la resiliencia financiera del país ante posibles choques externos.

No obstante, los analistas coinciden en que se requerirá un manejo cuidadoso y estratégico para proteger la nota soberana y evitar un deterioro que podría tener repercusiones a largo plazo en la economía nacional.