La próxima reunión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pondrá sobre la mesa temas clave como la producción de chips y la electromovilidad. Estas áreas emergen como esenciales en la agenda trilateral, dado su impacto en la economía y su potencial para fomentar la competitividad de la región en el contexto global.
Martha Delgado, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, subrayó la importancia de estos temas en un reciente foro. De acuerdo con Delgado, la colaboración en la producción de chips es crucial, pues la demanda en este sector ha crecido exponencialmente y es vital para diversas industrias, desde la automotriz hasta la tecnológica.
“La producción de chips no solo es importante para nuestra competitividad, sino también para garantizar la seguridad económica y tecnológica de América del Norte”, afirmó Delgado.
Por otro lado, la electromovilidad se perfila como otro de los pilares fundamentales para el desarrollo sostenible de la región. México, con su sólido sector automotriz, busca posicionarse como un líder en la producción de vehículos eléctricos. Las inversiones en infraestructura y tecnología serán esenciales para cumplir con este objetivo ambicioso.
Se espera que estas discusiones en torno al T-MEC también aborden otros aspectos como la regulación de las energías limpias y el fortalecimiento de las cadenas de suministro ante las disrupciones generadas por eventos globales recientes. El potencial para hacer frente a dichos desafíos a través de la cooperación trilateral es enorme, y las conversaciones prometen avances significativos.
En este contexto, el T-MEC se presenta como una plataforma robusta para fomentar la innovación y el desarrollo económico regional, aprovechando las fortalezas de cada país miembro. Tales iniciativas pueden consolidar a la región como un referente global en tecnología y sostenibilidad.