La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) enfrenta un profundo desafío presupuestal para el año 2025, según destacan expertos en la materia. Se estima que el organismo necesitaría al menos 12 mil millones de pesos adicionales para cumplir de manera efectiva con sus objetivos y programas. Esta situación genera preocupación ante la posibilidad de limitaciones en el impulso de políticas cruciales para el desarrollo urbano y rural del país.
Especialistas han señalado que el presupuesto asignado en años anteriores ha dejado huecos significativos en la atención de áreas prioritarias, lo que ha exigido ajustes y redefiniciones en la implementación de proyectos clave. La falta de recursos no solo afecta la ejecución de nuevas iniciativas, sino que también compromete la continuidad de aquellas ya establecidas.
Durante una conferencia reciente, se enfatizó la importancia de incrementar los recursos destinados a la Sedatu para enfrentar desafíos como la urbanización acelerada, la necesidad de vivienda digna, y las crecientes demandas de infraestructura básica en comunidades rurales. Sin un financiamiento adecuado, el avance hacia un desarrollo territorial equilibrado podría verse seriamente comprometido.
“La Sedatu juega un papel fundamental en el desarrollo sostenible de nuestras ciudades y comunidades. Sin los fondos necesarios, corremos el riesgo de estancarnos en un momento crítico para el país”, afirmó un experto en política urbana.
El debate sobre el presupuesto de Sedatu también ha abierto la conversación sobre cómo optimizar el uso de los recursos existentes y fomentar la colaboración interinstitucional para maximizar el impacto de sus programas. Los expertos coinciden en la necesidad de una estrategia integral que involucre tanto al gobierno federal como a los gobiernos locales y al sector privado.
En el contexto actual, el desafío para las autoridades no es solo asegurar más fondos, sino también gestionar eficazmente los recursos disponibles para lograr los objetivos planteados y satisfacer las necesidades de la población en las áreas de desarrollo urbano y rural.