Las negociaciones para revisar aspectos específicos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podrían comenzar el próximo febrero, según información obtenida de fuentes cercanas a las pláticas comerciales. A medida que se aproxima el cuarto aniversario de la entrada en vigor del tratado, los tres países buscan abordar los desafíos contemporáneos, así como áreas que requieren actualización o ajustes debido a cambios económicos y tecnológicos recientes.
En las primeras reuniones, se espera que los temas ambientales y laborales sean centrales, dada la creciente presión global para enfrentar el cambio climático y garantizar condiciones laborales justas. También es probable que temas como la digitalización y la facilitación del comercio se encuentren entre las prioridades iniciales.
Un funcionario cercano a las negociaciones mencionó que el ambiente entre las delegaciones es optimista y que existe un fuerte deseo de resolver los problemas de manera expedita. Añadió que se están haciendo preparativos para que las conversaciones sean inclusivas y tomen en cuenta las preocupaciones de una amplia gama de sectores económicos.
“Hay un reconocimiento común de que el T-MEC ha sido beneficioso para la región, pero también entendemos que ningún acuerdo es perfecto. Estamos comprometidos a trabajar juntos para fortalecerlo”, comentó la fuente.
Por otro lado, representantes comerciales de los tres países han sido conscientes de las divergencias que podrían surgir, especialmente en áreas como las normas de contenido regional en el sector automotriz y las disputas sobre subsidios y prácticas comerciales injustas. No obstante, la intención es que estas negociaciones actúen como un catalizador para la cooperación a largo plazo.
“Estos encuentros no solo se tratan de mantener el acuerdo vigente, sino de anticiparnos a futuras necesidades económicas”, dijo un analista comercial. “El mundo está cambiando rápido, y el T-MEC debe evolucionar con él”.
El proceso en los próximos meses será crucial para determinar el rumbo de la integración económica en América del Norte durante los próximos años, por lo que todos los involucrados están preparados para enfrentarse a complejas negociaciones.