Repartidores en México exigen esquema dual de regulación para mejorar condiciones laborales sin perder flexibilidad

El creciente sector de repartidores en México, principalmente aquellos que trabajan en plataformas digitales, ha hecho un llamado urgente por un esquema de regulación dual que les permita operar con mejores condiciones laborales, mientras mantienen la flexibilidad que buscan muchos en este tipo de empleos.

En distintas manifestaciones realizadas en la Ciudad de México, un grupo representativo de repartidores ha expresado sus preocupaciones sobre la falta de seguridad social y otros beneficios que consideran fundamentales. Argumentan que su labor, indispensable para el funcionamiento de las ciudades, no cuenta con el respaldo legal que merecen.

“Buscamos un modelo que nos ofrezca seguridad social, pero sin sacrificar la flexibilidad laboral que nos permite, por ejemplo, elegir nuestras propias horas de trabajo”, comentaron voceros del grupo de repartidores.

La propuesta de un esquema dual surge como respuesta a las regulaciones actuales, que no se adaptan a la particular naturaleza del empleo en plataformas. La idea es implementar un sistema que considere tanto las obligaciones de las empresas como las necesidades y condiciones particulares de los trabajadores.

Los repartidores destacan que, si bien valoran la flexibilidad de sus trabajos, esta no debería ser a costa de su seguridad y bienestar. Mencionan que, en muchos casos, los costos de seguro médico y equipamiento de protección recaen completamente sobre ellos, lo cual ven como una injusticia dado el crecimiento y ganancias del sector.

“Necesitamos que las plataformas también se hagan responsables y contribuyan a nuestro bienestar”, indicaron miembros del grupo en una reciente conferencia.

El llamado por un esquema regulatorio más justo llega en un momento en que otros países están evaluando sus propias legislaciones sobre economía digital y trabajo flexible. La experiencia internacional podría servir como referencia para adaptar e implementar mejores prácticas en México, asegurando así que las voces de los trabajadores sean escuchadas en un entorno económico en constante evolución.