El peso mexicano experimentó una notable depreciación frente al dólar estadounidense tras la ventaja preliminar que mostró Donald Trump en algunas encuestas rumbo a las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos. Los mercados financieros reaccionaron con aversión al riesgo, debilizando la moneda mexicana, que históricamente ha sido sensible a las dinámicas políticas del vecino del norte.

En las últimas jornadas, los movimientos en el tipo de cambio reflejan las preocupaciones de los inversores ante la posible volatilidad económica en caso de un nuevo mandato de Trump. La retórica política del expresidente incluye propuestas de corte proteccionista, lo que genera incertidumbre sobre futuros acuerdos comerciales que podrían afectar directamente a México.

Analistas financieros han señalado que la volatilidad de la moneda también se ve impulsada por otros factores globales como las tensiones en Medio Oriente y la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos. No obstante, resaltan que la situación política estadounidense es un factor decisivo en la fluctuación del peso.

“Uno de los principales temores del mercado es que un regreso de Trump al poder podría significar menos cooperación en temas comerciales, lo que impactaría la economía mexicana”, indicó un economista de un importante banco de inversión.

Los expertos sugieren cautela y recomiendan a los inversores monitorear de cerca no solo las encuestas políticas en Estados Unidos, sino también los comunicados del Banco de México y las políticas internas que se implementen para mitigar el impacto de estas fluctuaciones. Además, insisten en la importancia de estrategias de cobertura ante la volatilidad monetaria para las empresas que manejan operaciones transfronterizas.

De cara al futuro, las miradas están puestas tanto en los desarrollos políticos en Estados Unidos como en las medidas que puedan adoptarse en México para reforzar la estabilidad económica y proteger su moneda frente a cualquier eventualidad política internacional.