De acuerdo con la consultora Deloitte, la evidencia disponible sugiere que las autoridades pueden haber logrado controlar la inflación sin causar una recesión. El escenario base de la consultora se mantiene relativamente positivo, con expectativas de que el auge de la construcción industrial siga impulsando el potencial de la economía en los próximos años.
A corto plazo, se espera que un ritmo más rápido de recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) permita a los hogares asumir más deuda, lo que apoyaría el crecimiento continuo del gasto de consumo.
“En general, la historia de la economía estadounidense sigue siendo positiva. El gasto de los consumidores sigue siendo más fuerte de lo esperado y se prevé que aumente un 2.4% en 2024”,
apunta la consultora.
Sin embargo, existen riesgos. La consultora enfatiza las tensiones geopolíticas y la política comercial como factores que podrían combinarse para generar una inflación persistente. En el ámbito laboral, se anticipa que el crecimiento de empleo continúe desacelerándose, con expectativas de que los cambios demográficos reduzcan la tasa de participación en la fuerza laboral.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable señala importantes desafíos fiscales para el próximo presidente de EE.UU. El nivel récord de deuda, proyectado para alcanzar el 107% del PIB para el 2029 y potencialmente el 115% para el 2033, y los costos crecientes de los intereses, que superarán el gasto de defensa para 2027, son preocupaciones destacadas.
Según una encuesta de Gallup, la economía es el tema más importante para los votantes estadounidenses, con un 52% que la considera “extremadamente importante” en su voto y un 30% que la califica como “muy importante”. En términos de gestión económica, los votantes favorecen a Donald Trump sobre Kamala Harris, con un 54% frente a un 45%.
El Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento del PIB estadounidense del 3.5% para este año, en comparación al 1.4% durante la administración de Trump. Sin embargo, la gestión de la inflación ha sido más desafiante para Biden, con un pico del 8% en 2022. A pesar de una desaceleración en la creación de empleo, esta cifra supera las pérdidas observadas durante Trump debido a la pandemia.