El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha emitido un llamado para que el consumo de combustibles no se convierta en una fuente principal de ingresos para el Gobierno. En su más reciente reporte, el organismo destacó la importancia de implementar políticas fiscales que no dependan excesivamente de los ingresos petroleros, a fin de garantizar una mayor estabilidad económica para el país.

Según el IMCO, la volatilidad en los precios internacionales del petróleo y las fluctuaciones en la producción añaden un elemento de incertidumbre a las finanzas del Estado. En este sentido, el organismo subraya la necesidad de diversificar las fuentes de recursos y evitar que la economía dependa en gran medida de los ingresos provenientes de la comercialización de hidrocarburos.

En el informe, el IMCO argumenta que la dependencia excesiva del petróleo puede resultar en un manejo ineficaz de los recursos públicos, además de limitar la capacidad del Gobierno para invertir en áreas claves como educación, salud e infraestructura. Destacó la urgencia de reformar el sistema fiscal para incrementar el cobro de impuestos no relacionados con el petróleo.

“Una estructura fiscal más equilibrada y menos dependiente de los combustibles fósiles es crucial para asegurar la sostenibilidad del gasto público y enfrentar los desafíos económicos futuros”, comentó un vocero del IMCO.

Asimismo, el instituto sugirió la implementación de políticas energéticas que promuevan el uso de energías limpias y renovables. Esta transición, aseguró el IMCO, no solo contribuiría a reducir la dependencia de los hidrocarburos, sino que también representaría una oportunidad para innovar y mejorar la competitividad del país en el ámbito internacional.

En conclusión, el IMCO instó a las autoridades a considerar el impacto del consumo de combustibles en la estructura económica de México y a trabajar en el diseño de un sistema fiscal más robusto y menos vulnerable a las variaciones del mercado energético global.