El dólar estadounidense cerró la jornada en 20.60 pesos en las operaciones al menudeo, de acuerdo con el reporte de bancos en México. Esta cifra representa una estabilidad en el tipo de cambio, reflejando la continua percepción de riesgo equilibrado entre los mercados internacionales y la economía nacional. A pesar de las fluctuaciones observadas en los últimos meses, el peso mexicano se mantiene dentro de un rango considerado saludable por los analistas del sector.
La actividad cambiaria durante la sesión mostró poca volatilidad, con los inversionistas atentos a las señales provenientes de los mercados globales. La postura menos agresiva de la Reserva Federal de Estados Unidos en relación al incremento de tasas de interés ha proporcionado una ligera calma a los mercados emergentes, incluido México. Aunado a esto, datos recientes de la economía estadounidense y las reformas económicas en México han contribuido a mantener al peso relativamente estable.
Especialistas indican que la resiliencia del peso se debe también en parte a las remesas provenientes de mexicanos en el extranjero y al sólido desempeño de las exportaciones, especialmente en el sector automotriz y agroindustrial. Sin embargo, no descartan episodios de volatilidad en un futuro cercano, impulsados por decisiones políticas tanto a nivel nacional como internacional.
Un analista del mercado cambiario señaló:
“Aunque el peso mexicano se ha mantenido estable, debemos estar atentos a las discusiones sobre el techo de deuda en Estados Unidos y las decisiones futuras del Banco de México, que podrían tener un impacto directo en la cotización del dólar”.
La expectativa hacia el cierre del año contempla factores tanto internos como externos que podrían influir en el tipo de cambio, incluyendo las negociaciones comerciales y cambios en las políticas monetarias internacionales. En este contexto, es crucial que los actores del mercado mantengan una estrategia de cobertura adecuada para mitigar riesgos potenciales ante la volatilidad del mercado cambiario.
