El peso mexicano cerró a la baja por tercera sesión consecutiva, presionado por una combinación de factores internos y externos que generan incertidumbre en los mercados financieros. Este miércoles, el dólar se vendió en 20.42 pesos en ventanillas bancarias, registrando así un retroceso para la moneda local en lo que va de la semana.
Entre las razones que explican esta depreciación del peso se encuentran las expectativas sobre la política monetaria de Estados Unidos. La Reserva Federal ha mantenido un tono restrictivo, con posibles incrementos adicionales en las tasas de interés para controlar la inflación persistente. Estos ajustes atraen flujos de inversión hacia activos denominados en dólares, afectando a monedas emergentes como el peso mexicano.
Por otro lado, los datos económicos más recientes de México han mostrado signos de desaceleración en varios sectores, lo que añade presiones al tipo de cambio. La inflación interna, aunque ha mostrado ciertos signos de moderación, continúa siendo un desafío para el Banco de México, que podría verse obligado a seguir una política similar a la de la Fed.
En el ámbito internacional, la volatilidad política en regiones clave y las tensiones comerciales en aumento también juegan un papel en la percepción de riesgo de los inversionistas. Las declaraciones de altos funcionarios sobre las incertidumbres económicas globales han contribuido a mantener un ambiente de cautela.
Un analista del sector comentó en relación con la situación actual:
“La fortaleza del dólar está marcando la pauta a nivel global, y el peso mexicano no es una excepción ante este fenómeno. Los mercados están en modo de aversión al riesgo, buscando resguardarse en activos más seguros”.
Los economistas recomiendan a los inversionistas mantenerse atentos a los próximos comunicados del Banco de México, así como al desarrollo de las negociaciones internacionales que pudieran impactar en el flujo de capitales hacia el país. Sin embargo, destacan que las condiciones internas de México, aunque desafiantes, han mostrado resiliencia en el pasado, lo que podría ayudar a estabilizar el peso en el mediano plazo.