El nuevo jefe de General Electric, Larry Culp, ha recibido un claro recordatorio del balance lleno de deudas que está heredando. Apenas 24 horas después de que Culp asumiera como CEO, S&P Global Ratings degradó las calificaciones crediticias de GE y GE Capital. Moody’s y Fitch advirtieron que podrían hacer lo mismo.
Las tres agencias de calificación citaron el alto endeudamiento y los flujos de caja menguantes de GE, una tendencia alarmante agravada por problemas serios en la división de energía de GE. GE anunció que la caída de las ganancias en GE Power hará que la empresa matriz no alcance sus objetivos en 2018.
S&P señaló “profundos desafíos a corto plazo” en GE Power, afectada por el cambio hacia las energías renovables. Recientemente, GE reveló problemas mecánicos con sus turbinas de gas.
Culp tiene una larga lista de tareas por comenzar en su nuevo rol como el primer CEO externo en la historia de GE. Pero lo primordial es reparar el balance, que en su momento fue sólido. GE tuvo una calificación crediticia perfecta AAA hasta 2009, pero S&P la redujo recientemente de “A” a “BBB+”.
A lo largo de los años, GE ha acumulado una gran deuda debido a acuerdos mal sincronizados, un enorme déficit de pensiones y compra de acciones poco acertada.
Moody’s indicó que “el alto nivel de apalancamiento” de GE podría llevar a una rebaja de la calificación en varios niveles. Las rebajas de calificación pueden encarecer los costos de endeudamiento para las empresas.
Hay buenas noticias: S&P actualizó su perspectiva sobre GE a “estable”, ya que se espera que el apalancamiento y los flujos de caja mejoren en los próximos años.
Aun así, los problemas de deuda de GE podrían forzar a la compañía a reexaminar su dividendo de $4,2 mil millones. GE redujo el dividendo el año pasado por segunda vez desde la Gran Depresión. S&P mencionó el dividendo como una de varias palancas que Culp podría usar para reducir la deuda.
En un comunicado, GE aseguró que tiene una “posición de liquidez sólida” que incluye efectivo y líneas de crédito operativas.
Reiterando comentarios hechos por Culp, GE declaró que sigue “comprometido a fortalecer el balance, incluyendo la reducción de deuda”.
Culp ahora debe decidir si seguirá adelante con los planes del ex-CEO John Flannery para desmantelar GE. El plan de Flannery incluía salir de varios negocios, como petróleo y gas, salud y la división ferroviaria centenaria. Los ingresos de estas ventas se usarían para pagar la deuda.
Sin embargo, encoger a GE también hace que la compañía dependa más del resto de su portafolio, siendo GE Power el negocio más grande restante. Esto significa que las disminuciones en las ganancias de energía ofrecen a GE menos recursos para reducir la deuda.