El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró un crecimiento de 1.1% durante el tercer trimestre de 2023, excediendo las expectativas de los analistas económicos que proyectaban un incremento más moderado. Este desempeño se debe principalmente al impulso de diversos sectores clave de la economía, demostrando resistencia en medio de desafíos internos y externos.
Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la economía mexicana ha logrado mantener su ritmo de crecimiento, beneficiándose de un entorno internacional ligeramente más favorable y de políticas económicas internas que han propiciado un clima de inversión más estable. Los sectores que más contribuyeron a este avance fueron el industrial y el de servicios, los cuales han mostrado signos de recuperación tras las dificultades ocasionadas por la pandemia de COVID-19.
El sector industrial, que incluye manufacturas, construcción y minería, ha mostrado una expansión significativa, apoyado por el fortalecimiento de las exportaciones gracias a la demanda externa, particularmente de Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de México. Por otra parte, el sector de servicios, que representa una importante parte de la economía, también presentó un crecimiento sólido, impulsado por la recuperación del turismo y una mayor actividad en comercio y servicios financieros.
A pesar de este crecimiento, los analistas advierten sobre la necesidad de continuar implementando políticas que fortalezcan la resiliencia económica del país. Algunos de los riesgos identificados incluyen presiones inflacionarias, volatilidad en los mercados internacionales y desafíos en el ámbito de la política interna.
En este contexto, las autoridades económicas han señalado su compromiso con mantener la estabilidad macroeconómica y fomentar un ambiente propicio para la inversión. Un portavoz de la Secretaría de Hacienda indicó:
“Estamos trabajando para consolidar un crecimiento inclusivo y sostenible que permita a México seguir avanzando en la reducción de la desigualdad y la generación de oportunidades para todos los ciudadanos”.
El resultado del PIB en el tercer trimestre del año es una señal positiva que subraya la capacidad de la economía mexicana para adaptarse a las condiciones cambiantes del panorama global, aunque el camino hacia un crecimiento estable y sostenido requerirá esfuerzos continuados y estratégicos.