El producto interno bruto (PIB) de México ha superado las expectativas de crecimiento, según los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Durante el segundo trimestre del año, el PIB mostró un incremento del 3.6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se encuentra por encima de las previsiones de analistas económicos, que anticipaban un aumento del 2.9%.
Este desempeño positivo ha sido impulsado principalmente por la recuperación de los sectores industrial y de servicios, que han mostrado cifras sólidas tras la desaceleración provocada por la pandemia de Covid-19. Además, la demanda interna ha sido un factor clave en este repunte, reflejando la confianza de los consumidores en la economía nacional.
“El crecimiento del PIB es una señal alentadora de que la economía mexicana se está recuperando a un ritmo más rápido de lo esperado”, señaló uno de los analistas de un destacado banco internacional. “Sin embargo, es importante no pasar por alto los riesgos que podrían afectar este dinamismo, como las tensiones comerciales y la inflación global”, añadió.
El sector industrial tuvo un crecimiento significativo del 4.2%, impulsado por la manufactura y la construcción, que han desempeñado un papel crucial en la reactivación económica. Por su parte, el sector de servicios, que representa la mayor parte del PIB, registró un aumento del 3.4%, reflejando una recuperación en áreas como el turismo y el comercio.
Las exportaciones también han contribuido positivamente al crecimiento, gracias a la recuperación de los principales socios comerciales de México, especialmente Estados Unidos.
No obstante, los expertos advierten que se deben continuar reforzando políticas que promuevan la inversión y fomenten un entorno económico estable y seguro. La sostenibilidad de este crecimiento dependerá de la capacidad del país para mitigar riesgos externos y fortalecer sus cimientos económicos internos.