A pesar de las políticas ambientales poco favorables promovidas por el entonces presidente Donald Trump, los negocios verdes en México y a nivel mundial continuaron mostrando señales de crecimiento y resiliencia. Expertos en sustentabilidad y economía verde apuntan a que, independientemente de las decisiones gubernamentales, las empresas han comprendido los beneficios económicos y sociales de adoptar prácticas sustentables.
Los negocios verdes, aquellos que buscan minimizar el impacto ambiental y fomentar un uso responsable de los recursos, han encontrado oportunidades significativas en mercados emergentes y desarrollados. Esto se debe en parte al cambio en las expectativas de los consumidores, quienes ahora demandan mayor responsabilidad ambiental por parte de las empresas. Además, la reducción de costos en tecnologías limpias, como la energía solar y eólica, ha hecho que estas alternativas sean más atractivas y accesibles.
Un estudio reciente reveló que las inversiones en energía renovable y tecnologías limpias continúan en aumento, superando los desafíos regulatorios en algunas regiones. Esto se traduce en empleos y desarrollo económico sostenible, particularmente en lugares donde las políticas locales apoyan la innovación y el crecimiento medioambiental.
“Las empresas que no adopten prácticas verdes corren el riesgo de quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo. No solo se trata del impacto positivo en el planeta, sino también de la ventaja económica que representa ser pionero en sustentabilidad,” afirmó un analista económico experto en el área.
En México, las iniciativas para impulsar la economía verde se han visto reforzadas por colaboraciones entre el sector privado y el público, promoviendo programas de incentivos y apoyo financiero para proyectos sustentables. El país ha identificado sectores prioritarios como el desarrollo de energías limpias y la gestión adecuada de desechos, apuntando a una transformación que, aunque desafiante, promete beneficios a largo plazo.
La tendencia global hacia la sustentabilidad sigue firme y, con o sin el respaldo pleno de todas las regulaciones gubernamentales, las empresas verdes parecen estar bien posicionadas para avanzar y prosperar en las próximas décadas.