La venta de automóviles en México ha experimentado un crecimiento significativo en los primeros diez meses del año, con un incremento del 10.2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta alza en las ventas sugiere una recuperación del sector automotriz, uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19, así como una respuesta positiva a las políticas económicas recientes.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), el número total de vehículos vendidos entre enero y octubre ascendió a 917,315 unidades. Este aumento ha sido impulsado principalmente por una mayor demanda de autos compactos y deportivos utilitarios, conocidos como SUVs, que han mantenido su popularidad entre los consumidores mexicanos.
Un representante de AMDA comentó sobre estos resultados alentadores, mencionando que las condiciones del mercado han mejorado gracias a una mayor disponibilidad de inventarios y la estabilización de la cadena de suministro global. Además, enfatizó que las tasas de interés competitivas han facilitado el acceso al crédito para los consumidores.
El crecimiento en las ventas también ha sido atribuido a las promociones estratégicas y a los esfuerzos de marketing por parte de las empresas automotrices, que han aprovechado la oportunidad para introducir nuevos modelos y tecnologías avanzadas en el mercado. Las marcas internacionales y nacionales han redoblado sus esfuerzos para captar a un público cada vez más exigente.
Por su parte, los distribuidores automotrices mantienen un optimismo moderado respecto al cierre de año, esperando que el Buen Fin y las festividades decembrinas contribuyan a continuar con esta tendencia positiva. No obstante, se mantiene cautela frente a factores externos como las fluctuaciones económicas globales y los posibles cambios en las políticas económicas nacionales.
En términos generales, el sector automotriz mexicano está viendo señales de recuperación y crecimiento sostenible. A medida que la economía se estabiliza y las barreras logísticas disminuyen, las expectativas para el próximo año se mantienen favorables, lo que podría traducirse en un impulso continuo en la venta de automóviles en el país.