El primer ministro de China, Li Keqiang, aseguró a una audiencia de ejecutivos globales y formuladores de políticas que China no debilitará el yuan para impulsar el comercio con el resto del mundo.
China nunca tomará el camino de estimular las exportaciones mediante la devaluación de su moneda.
Estas declaraciones surgieron un día después de que Estados Unidos y China anunciaran que impondrán sus rondas más grandes de aranceles en las exportaciones de cada uno a partir de la próxima semana. Esto eleva el valor de los bienes afectados por aranceles en el conflicto en aumento a más de $360 mil millones. El Presidente Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles a otros $267 mil millones de productos chinos.
China, que compra mucho menos de Estados Unidos de lo que este país le compra, está comenzando a quedarse sin productos estadounidenses para gravar, lo que genera especulación sobre otras medidas que podría tomar para contraatacar.
Reducir el valor de su moneda, también conocida como el renminbi, no es una de estas medidas, según Li.
La depreciación persistente del renminbi solo hará más daño que bien a nuestro país.
El yuan ha caído drásticamente frente al dólar en medio de la intensificación de la guerra comercial, perdiendo cerca del 9% de su valor desde abril. Esta caída ha llamado la atención del Presidente Trump, quien a menudo ha acusado a China de devaluar el yuan para impulsar su enorme industria exportadora. Trump afirmó en julio que China estaba “manipulando” su moneda hacia abajo.
Li desestimó esa idea el miércoles.
Las recientes fluctuaciones en el tipo de cambio del renminbi han sido vistas por algunos como una medida intencional de China. Esto es simplemente falso.
El gobierno chino juega un papel significativo en la determinación del valor del yuan y en cómo se comercializa. Los economistas generalmente coinciden en que Pekín mantuvo la moneda artificialmente baja en el pasado, pero son escépticos de que la intervención gubernamental la haya dirigido hacia abajo frente al dólar y otras monedas este año.
Afirman que la escalada de la guerra comercial con Estados Unidos y las preocupaciones sobre una desaceleración en la economía china han contribuido a empujar el yuan hacia abajo en un momento en que la Reserva Federal de EE. UU. está aumentando las tasas de interés. Esa política hace más atractivo para los inversionistas mantener activos en dólares estadounidenses, llevándolos a vender otras monedas.