La mala noticia es que si estás en tus 50 y apenas estás comenzando a ahorrar, te espera un camino difícil para acumular lo suficiente para disfrutar de una jubilación cómoda. La buena noticia es que sí se puede lograr, y aun si no logras ahorrar medio millón de dólares para cuando cumplas 65 años, puedes apartar una cantidad decente, que es mucho mejor que nada.
Una ventaja que tienen los trabajadores de 50 años frente a los más jóvenes es la posibilidad de hacer contribuciones adicionales a los 401(k) y las IRA. Para menores de 50, el límite anual de contribución en 2018 es de $18,500 y $5,500, respectivamente. Pero para aquellos de 50 años o más, los límites anuales son $24,500 y $6,500.
Aunque aprovechar este beneficio es fantástico, probablemente no sea factible comenzar a ahorrar casi $25,000 al año si estás teniendo dificultades. En ese caso, lo mejor es determinar cuánto puedes ahorrar, establecer un objetivo y apegarte a él.
El primer paso es crear un presupuesto detallado de tus gastos mensuales para ver a dónde va tu dinero y cuánto puedes ahorrar al fin del mes. Es el momento de ver dónde puedes hacer recortes. Pregúntate si realmente necesitas salir a comer cada semana o llevar a la familia de vacaciones costosas cada verano. Si estás muy comprometido con el ahorro, incluso podrías optar por mudarte a una casa más pequeña para ahorrar en la hipoteca.
Una opción es retrasar la solicitud de beneficios del Seguro Social, lo que te dará cheques más grandes. Puedes comenzar a recibirlos a partir de los 62 años, pero por cada año que retrases después de tu edad de jubilación completa (FRA), recibirás un aumento en los beneficios. Si tu FRA es 67 y esperas para reclamarlos hasta los 70, recibirás un 24% más.
Además de esperar para reclamar el Seguro Social, también puedes posponer tu jubilación algunos años y seguir trabajando mientras puedas. No es la opción más emocionante, pero puede ayudarte a ahorrar mucho en poco tiempo, ya que continúas contribuyendo a tus ahorros y no los estás agotando todavía.
Cuando te quedas atrás en tus ahorros y la jubilación se acerca, es fácil querer abandonar tus metas financieras. Pero es posible disfrutar de una jubilación cómoda incluso si comenzaste a ahorrar tarde, porque un poco de planificación y mucha determinación pueden rendir mucho.