Debate sobre la Meta de Inflación en México: ¿Es Hora de Ajustar el 3%?

El Banco de México (Banxico) ha mantenido una meta de inflación del 3% durante años, considerada un pilar en el marco de política monetaria del país. Sin embargo, la persistencia de la inflación en niveles elevados ha llevado a algunos expertos a sugerir una revisión de esta meta, argumentando que podría ser momento de ajustarla a las actuales condiciones económicas.

La sugerencia proviene de diversos economistas que consideran que elevar la meta de inflación podría proporcionar al banco central más flexibilidad para enfrentar desafíos económicos y, al mismo tiempo, reflejar más adecuadamente la realidad económica del país.

“Una meta de inflación más alta podría permitir a Banxico centrarse más en el crecimiento económico y en la generación de empleo, sin dejar de mantener la estabilidad de precios como un objetivo clave”, señaló un analista económico.

Banxico ha seguido una política estricta de mantener la inflación cercana al 3%, lo que ha resultado en tasas de interés relativamente altas. Esto, a su vez, ha influido en el costo del crédito para empresas y consumidores, un factor que algunos critican por frenar el crecimiento económico sostenido.

La inflación ha superado la meta del 3% en repetidas ocasiones en los últimos años, presionada por factores multifacéticos, desde interrupciones en cadenas de suministro global hasta aumentos en precios de alimentos y energéticos. En este contexto, un cambio en el objetivo inflacionario podría suponer una adaptación a una nueva normalidad económica mundial post-pandemia.

El debate sobre la modificación de la meta de inflación no es nuevo y ha generado opiniones divididas. Mientras que algunos autoridades y expertos argumentan que un objetivo más alto podría erosionar la credibilidad del banco, otros destacan la importancia de un enfoque adaptativo ante un entorno global cada vez más complejo.

Por el momento, Banxico no ha indicado disposición a cambiar la meta, pero el creciente diálogo indica una búsqueda de equilibrio entre estabilidad macroeconómica y la necesidad de apoyar un crecimiento más robusto y sostenible.