Heckman: fortalecer estado de derecho en México

En un reciente evento académico, el laureado con el Premio Nobel de Economía, James Heckman, destacó que México enfrenta serios desafíos en materia de estado de derecho. Según Heckman, la falta de estabilidad y seguridad jurídica se ha convertido en un obstáculo significativo para el desarrollo económico del país. En sus palabras, sin un marco legal sólido, es casi imposible que las inversiones florezcan, pues los inversores temen pérdidas debido a la incertidumbre jurídica.

El economista subrayó que un estado de derecho débil no solo afecta las decisiones de inversión externa, sino que también impacta negativamente en el bienestar de la población local. La desconfianza en las instituciones y la percepción de corrupción obstaculizan gravemente el crecimiento económico sostenible. Esto también provoca que muchas personas operen en la economía informal, exacerbando los problemas de recaudación fiscal y financiación de servicios públicos esenciales.

“La confianza en las instituciones es crucial para el desarrollo económico. Sin un sistema legal confiable, es difícil para cualquier nación prosperar”, afirmó Heckman.

Además, el premio Nobel hizo hincapié en que para mejorar la situación, es necesario implementar reformas profundas que fortalezcan el sistema judicial y aseguren la legalidad en todos los niveles del gobierno. Esto debería ir acompañado de esfuerzos para reducir la burocracia y eliminar prácticas corruptas que socavan la gobernanza eficaz.

Heckman mencionó que varios países han logrado avances significativos en el fortalecimiento del estado de derecho mediante reformas integrales, sugiriendo que México podría beneficiarse de estudiar estos ejemplos exitosos. “Hay lecciones importantes que aprender de otros contextos”, subrayó, destacando la importancia de un enfoque contextualizado que considere las particularidades del entorno mexicano.

El llamado del economista a priorizar el fortalecimiento del estado de derecho resuena como un recordatorio de que, para alcanzar un desarrollo económico robusto, es fundamental contar con instituciones sólidas que garanticen justicia y equidad para todos los ciudadanos.