La demanda de autos eléctricos en México podría enfrentar una caída significativa del 27% si no se mantiene el crédito fiscal, según afirman expertos del sector automotriz. Este beneficio fiscal, que ha sido un catalizador crucial para la adopción de vehículos eléctricos, podría ver su fin si el gobierno no renueva su vigencia, generando inquietudes sobre el futuro del mercado automotriz verde en el país.
Actualmente, los créditos fiscales permiten a los compradores de autos eléctricos obtener reducciones significativas en el precio final de los vehículos, haciendo que sean más asequibles para el consumidor promedio. Sin embargo, la eliminación de este incentivo pondría en riesgo la competitividad de los autos eléctricos frente a los vehículos tradicionales de combustibles fósiles, que aún dominan gran parte del mercado.
Un experto de la industria señaló que el impacto de la eliminación de estos incentivos sería “un golpe fuerte para la transición hacia una movilidad más sostenible”. En palabras de un analista del sector:
“Sin incentivos, muchos consumidores optarían por vehículos más económicos, lo que retrasaría los avances en la reducción de emisiones contaminantes.”
Además, la falta de un crédito fiscal afectaría no solo a la demanda interna, sino también a las metas ambientales del país, que busca reducir su huella de carbono y encaminarse hacia un futuro más sustentable. La disminución en la demanda de autos eléctricos podría hacer más difícil lograr estos objetivos, aumentando la dependencia de México en tecnologías automotrices más contaminantes y menos eficientes.
A pesar de los avances en infraestructura y tecnología, la dependencia en los incentivos gubernamentales sigue siendo alta, particularmente en un mercado que aún se encuentra en desarrollo. Mientras los fabricantes de autos eléctricos continúan innovando, queda por ver cómo ajustarán sus estrategias para abordar estos desafíos si el crédito fiscal no se mantiene.