El presupuesto destinado a las empresas militares en México sufrirá un recorte significativo para el próximo año, con una disminución cercana al 70 por ciento respecto al año anterior. Esta decisión forma parte de las medidas de austeridad que el gobierno mexicano ha implementado para tratar de equilibar las finanzas públicas ante un escenario económico incierto.

De acuerdo con el proyecto de presupuesto presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los recursos asignados a las empresas militares sumarán un total de 5 mil millones de pesos, una cifra considerablemente menor a los 16 mil millones de pesos que se habían aprobado para 2023. Esta baja es parte de un plan más amplio de redireccionamiento de recursos para priorizar otras áreas estratégicas, como la infraestructura y los programas sociales.

Fuentes cercanas a la administración han señalado que esta medida no afecta directamente la operatividad de las Fuerzas Armadas, sino que se centra en las empresas que estas operan, por ejemplo, en el sector de construcción y gestión de proyectos de infraestructura. Algunas de las obras afectadas por este recorte incluyen proyectos emblemáticos que involucran la participación militar, aunque no se especificó cuáles en particular.

Las autoridades han defendido esta decisión argumentando que se busca optimizar el uso de recursos y motivar una mayor eficiencia en las empresas castrenses. Un funcionario del gobierno comentó al respecto:

“Se tiene la intención de que las empresas del ámbito militar se adapten a una gestión más eficiente de sus propios proyectos y presupuestos, garantizando que los recursos se destinen donde más se necesitan.”

Por otro lado, esta medida ha sido criticada por algunos sectores que consideran que podría ralentizar la culminación de proyectos importantes o comprometer la calidad de los mismos. Sin embargo, el gobierno se mantiene firme en su postura y asegura que buscará alternativas para mitigar cualquier impacto negativo derivado de estos recortes.