En medio de un terreno económico incierto, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha tomado medidas para racionalizar la distribución de gas LP, lo que ha desatado preocupaciones sobre un posible desabasto en diversas regiones del país. Esta situación ha puesto en alerta tanto a consumidores particulares como a pequeñas y medianas empresas que dependen de este combustible para sus operaciones diarias.
Expertos del sector energético han destacado que la decisión de Pemex podría tener efectos significativos, especialmente en el contexto del creciente consumo de gas LP en México, que es uno de los más altos de América Latina. La medida de racionamiento, según se reporta, está ligada a diversos factores, entre los que se incluyen mantenimientos no programados y desafíos logísticos internos.
A pesar de los esfuerzos de Pemex para asegurar una distribución y abastecimiento uniformes, las voces de alerta no se han hecho esperar. Un representante de una agrupación de distribuidores de gas LP, que prefirió mantenerse en el anonimato, señaló que esta situación podría empeorar en las próximas semanas si no se encuentra una solución rápida y eficaz al problema.
“Estamos preocupados porque el racionamiento del gas LP podría derivar en un incremento inesperado de precios, afectando directamente al consumidor final. Necesitamos una respuesta rápida por parte de las autoridades para garantizar el suministro estable y seguro de este recurso esencial,” explicó el representante.
Por su parte, el Gobierno federal ha iniciado conversaciones con Pemex para evaluar el impacto de estas medidas y buscar alternativas que permitan minimizar las afectaciones. Mientras tanto, se aconseja a la población estar atenta a los comunicados oficiales y tomar medidas preventivas en caso de que se profundice la escasez de gas LP.
La incertidumbre actual evidencia la necesidad de una planificación más sólida y de mejoras en la infraestructura de distribución de gas, para evitar futuras contingencias que puedan impactar negativamente a millones de mexicanos.