Recientemente, diversos especialistas y expertos del ámbito económico han señalado la urgencia de implementar una reforma fiscal en México que no implique necesariamente un aumento en los impuestos. La motivación detrás de esta propuesta radica en la necesidad de fortalecer las finanzas públicas del país sin asfixiar a los contribuyentes, quienes ya enfrentan cargas fiscales significativas.
Durante un foro organizado por analistas económicos, se discutieron las posibles vías para llevar a cabo esta transformación fiscal. En este encuentro, se puso de relieve la importancia de mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos, así como de cerrar las brechas de evasión fiscal. La idea es maximizar los ingresos del Estado a través de mecanismos más efectivos que no incrementen la presión sobre quienes ya contribuyen.
Uno de los puntos destacados fue la necesidad de una revisión detallada del sistema actual de exenciones y deducciones fiscales. Según los expertos, estas políticas, originalmente implementadas para estimular diferentes sectores económicos, no siempre cumplen con sus objetivos y, en algunos casos, son aprovechadas para reducir injustificadamente los montos tributarios.
Es fundamental que las autoridades se centren en optimizar los procesos de recaudación y fiscalización. Tenemos que considerar también la implementación de tecnologías innovadoras que faciliten estos procedimientos.
Por su parte, también se discutió la importancia de fomentar una cultura de cumplimiento fiscal. Se propuso incrementar los programas de educación tributaria para que los contribuyentes comprendan la relevancia de sus aportaciones para el bienestar colectivo y el desarrollo nacional. Los especialistas coinciden en que la creación de un sistema más justo y equitativo podría incrementar la percepción positiva sobre el pago de impuestos.
Finalmente, los analistas reconocieron que estas reformas no resolverán todos los problemas económicos del país de manera inmediata. Sin embargo, consideran que son pasos necesarios hacia una mejor gestión de los recursos públicos, que, a largo plazo, permitirá a México alcanzar una mayor estabilidad y crecimiento económico.
