Petróleos Mexicanos (Pemex) ha decidido no emplear la técnica de fractura hidráulica, conocida como fracking, en sus operaciones de extracción de petróleo y gas, reafirmando su compromiso con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. Esta decisión se alinea con las directrices del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido un crítico abierto de esta práctica.
La fractura hidráulica, que consiste en inyectar a alta presión una mezcla de agua, arena y productos químicos en el subsuelo para liberar petróleo y gas de formaciones rocosas, ha sido objeto de controversia por sus posibles impactos negativos en el medio ambiente, incluyendo la contaminación de acuíferos y la inducción de sismos. Estas preocupaciones han llevado a varios estados y países a prohibir o restringir firmemente su uso.
Un vocero de Pemex destacó que la empresa estatal está enfocada en buscar métodos de extracción más seguros y que respeten el entorno natural. Asimismo, enfatizó que la decisión de no utilizar fracking está en línea con el enfoque de la administración actual hacia una transición energética que prioriza las energías limpias y renovables.
“Pemex está comprometido con la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades en las que opera. La empresa seguirá explorando y adoptando tecnologías que aseguren una producción eficiente, pero también responsable con el medio ambiente”, comentó el vocero.
No obstante, algunos analistas del sector energético han expresado su preocupación de que la negativa a utilizar fracking podría limitar el potencial de Pemex para aumentar la producción de hidrocarburos, lo cual es crucial para cumplir con las metas energéticas del país y sostener la economía nacional. Aun así, la decisión refleja un equilibrio deliberado entre la viabilidad económica y la protección ecológica.
Pemex continuará evaluando alternativas tecnológicas y buscando asociarse con empresas internacionales que puedan ofrecer sus experiencias y modelos de operación más sostenibles, con la intención de mejorar su eficiencia operativa sin comprometer sus principios ambientales.