La agricultura regenerativa está ganando terreno en México como una práctica que promete aumentar significativamente el rendimiento de los cultivos, hasta en un 30%. Esta técnica se centra en mejorar la salud del suelo y fomentar la biodiversidad mediante prácticas como la rotación de cultivos, la siembra directa, el uso de compost y la integración de sistemas agroforestales.
Uno de los principales beneficios de esta práctica es su capacidad para restaurar la fertilidad del suelo. Los agricultores que han adoptado este enfoque han observado mejoras en la textura y estructura del suelo, lo que a su vez facilita una mayor retención de agua y el acceso a nutrientes esenciales para los cultivos. Además, la agricultura regenerativa contribuye a la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático.
En México, varios proyectos piloto están siendo implementados en diferentes estados, atrayendo la atención de productores y organizaciones agrícolas. Un ejemplo destacado es el de un grupo de agricultores en Oaxaca, quienes reportaron un incremento en su producción y una disminución en el uso de fertilizantes químicos.
“La adopción de la agricultura regenerativa no solo mejora los rendimientos, sino que también favorece el medio ambiente y la economía local,” comenta Juan López, un ingeniero agrónomo involucrado en uno de estos proyectos.
A pesar de los beneficios claros, todavía existen desafíos en la adopción a gran escala de estas prácticas. La falta de conocimiento y el acceso limitado a recursos técnicos son barreras que algunos agricultores enfrentan. Sin embargo, el apoyo de organizaciones no gubernamentales e instituciones académicas está ayudando a superar estos obstáculos mediante la educación y la provisión de subsidios.
El interés por la agricultura regenerativa sigue creciendo, y se espera que más agricultores mexicanos se sumen a esta tendencia que promete transformar la manera en que se produce alimento en el país. Con su potencial para incrementar la producción y al mismo tiempo cuidar el entorno, la agricultura regenerativa podría jugar un papel crucial en el futuro del sector agrícola mexicano.